Despacho Jefa del Depto.

Me estaba dirigiendo al despacho de la señorita Swan. Era mi primer día de trabajo como su ayudante en el Departamento de Control Mágico y estaba muy emocionada y decidida a comenzar. Llevaba una túnica verde claro y el cabello amarado en un listón del mismo color. Pregunté a la secretaria de la oficina principal del Ministerio y la joven, con mala gana ya que en vez de hacer su trabajo lo que hacía era chismosear e interrumpí su trabajito, me indicó dónde estaba la oficina. Le agradecí educadamente; pero cuando me fui a donde me indicó pensé con desdén. "Vaya que clase de vagos trabajan como secretarios. Si que solo están aquí para pajadear, chismosear y ganarse el dinero fácil. ¡Qué patético!" Entonces finalmente llegué al lugar y toqué la puerta para no interrumpirla. "Toc, toc, toc." -Hola buenos días señorita Swan. Yo soy tu nueva ayudante. Vengo aquí para ayudarte.- dije mientras tocaba la puerta.

Me encontraba revisando los últimos registros de animales, ya que podría haber cualquier error, y era mejor revisarlos nuevamente, estaba un poco cansada, debido a que la noche anterior no habia podido dormir bien, no sabia la razon, al parecer estaba nerviosa, pero no sabia por que motivo, al momento de dar un suspiro, escucho a alguien que llamaba a la puerta, una joven entro a mi despacho -Buenos Días, usted debe ser la señorita Guinevere, ¿cierto?- dije colocandome de pie, me acerque a ella y extendi mi mano para saludarla -Mucho gusto-

-Si señorita Swan, soy la señorita O' Hara, es un placer trabajar para usted en el Ministerio de Magia. Me hablaron muchas maravillas de usted. Y gracias por permitirme poner mi talento a su disposicion.- le dije formalmente y a la vez recibiendo su mano y estrechandosela. Note que ella estaba un poco cansada y agotada por el trabajo, y que necesitaba su ayuda inmediatamente. -Bueno, ¿estas bien? ¿Necesitas ayuda con algo? No te preocupes te ayudare en todo lo que necesites bien.- dije muy preocupada por ella y a la vez dispuesta a darle la mano en su trabajo.

Escuché lo que la nueva trabajadora del departamento decía, parecía muy amable al escuchar sus palabras, estreché su mano con cuidado -Bueno, creo que has llegado en un buen momento, pues necesitaba un poco de ayuda, ya que han faltado la mayoría de los que trabajan aqui- aquella chica me daba confianza -Bueno, primero que todo, debes estar pendiente de que cada registro sea correcto, osea los datos, etc- le fui explicando.